Pepito

A Pepito nos lo dejaron en la parte de atrás de la protectora, junto a la gatera, con su correa pisada por una caseta tan corta que no podia entrar en ella, sin agua ni comida, lloviendo. Si unas voluntarias no hubieran ido a ver los gatos se hubiera pasado una noche entera alli. Es muy joven, muy pequeño, cariñoso, alegre, activo, y no lo pasa muy bien en la protectora.




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