Magno

Magno es la demostración de que los perros son animales sociales que deben estar en familia y no dejados en casas sin gente. Lo tuvieron encerrado tanto que se metió en su mundo y ahora necesita mucho tiempo y cariño para volver a confiar. Le gusta estar con los otros perros, se ha traumatizado tanto de estar encerrado que si se le mete en una jaula se muerde las patas de la angustia, es muy triste. Pero cuando está suelto en el parque con los demás es feliz, y poco a poco confia en algunas personas y cuando llegas a acariciarle ves como se le cambia la expresión, llega una dulzura, una sorpresa ante lo agradable que le parecen las caricias. Si alguien con mucha paciencia y amor le diera una oportunidad sería maravilloso.




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