El dulce y hermoso Félix fue abandonado en la jaula exterior del refugio por la noche sin ningún motivo.
A la mañana siguiente encontramos a Félix ansioso y completamente asustado. El dolor es profundo y puedes verlo en todo su ser. Tocar la cabeza o el cuerpo; imposible. Su hermoso pelaje está muy descuidado, sin enredos sino con profundas rastas.
Ha pasado casi un mes y Félix está emergiendo por completo. Ya confía plenamente en los empleados y voluntarios del refugio. Pasear al correa funciona perfectamente y viene con besos y lamidas. Día tras día, Félix se da cuenta de que las manos están ahí para acariciar, abrazar y alimentar, algo que lamentablemente es completamente nuevo para este niño. La peluquería canina es necesaria pero se pospone hasta que Félix esté listo.
A Félix le gusta mucho caminar, pero aún necesita practicar caminar ordenadamente con una correa.
Todo estará bien con este guapo hombre. El apoyo, la calidez y la guía amorosa son esenciales para Félix. Buscamos una familia dedicada que sepa tratar con perros con mochila.
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Os presentamos Felix
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